De mi cuarto caigo rota, deshilada, cruda.
Con los huesos de los ojos astillados,
y la lástima por los que creen vivir sujeta a la frente
por un alfiler de nube, de reproches fríos y alguna que otra
limosna envuelta en celofán.
Así me encuentra el barro,
recién parida, como un incendio en los labios
que se van quedando póstumos, ateridos
de musgo y raíces, de la memoria, de un mundo
torpe que pretende abrigarlos
con un mar caído sobre el cuerpo,
y las manos remendadas
bajo los párpados de un charco,
líquida, y demasiado irreverente
para perpetuarme.
http://marianramentol.blogspot.com/
sábado, 10 de abril de 2010
Demasiado irreverente...(Marián Raméntol)
Etiquetas: Marián Raméntol
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2 comentarios:
¡Ummmm! muy bello lo que has escrito, tiene mucha fuerza y un vigor poético muy especial...enhorabuena, volveré por tu rincón....azpeitia
los versos no son míos son de marian raméntol, igualmente gracias por tus palabras
un abrazo
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