Domingo gris con café solo (Gato estepario)

Sólo desayuné café solo.
Amanecer de lluvia persistente, negros paraguas,
cristales de vehículos empañados, Sol ausente apenas un recuerdo.
Reencontré a una chica con la que hoy podría estar viviendo.
O tramitando el divorcio -quién sabe-
Su nombre me volvía loco. Después hubo muchas.
Ella me miró sin atrever a acercarse y yo, dudando de que fuera ella.
Algunos apretones de manos, abrazos. Besos.
Y en ese abrazo quise transmitir con la mirada
la ternura que las palabras son incapaces de expresar.
A estas alturas de la vida
ya voy asimilando este trance como un trámite natural,
pero de niño me costaba digerirlo -imagino que igual que todos-
Esta mañana he asistido a un entierro. Otro.
Dar el pésame, se le llama.
A mi mente regresaron
momentos de la infancia que compartí con esa persona.
Ya, de vuelta a casa
me detuve a tomar “aliento” otro café. Sólo.
Momentos después, me sumergí bajo la ducha
acogiendo el agua caliente entre mis poros.


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