Recuerdo que fui, una vez,
cazador de albatros
y tú:
el pudor incierto de una cita a ciegas,
el himen prestado. El sustento furtivo.
Recuerdo que devoramos nuestras heridas,
el sabor de tu cintura desbordada,
el genital destino de la tierra estéril.
Recuerdo el color de tu lengua, precisa,
el deseo despoblado de razones
y tú:
el nombre, fingido, desbordando mi sexo.
cazador de albatros
y tú:
el pudor incierto de una cita a ciegas,
el himen prestado. El sustento furtivo.
Recuerdo que devoramos nuestras heridas,
el sabor de tu cintura desbordada,
el genital destino de la tierra estéril.
Recuerdo el color de tu lengua, precisa,
el deseo despoblado de razones
y tú:
el nombre, fingido, desbordando mi sexo.
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