Nunca sintió la ternura del amor.
Nunca acariciaron su cuerpo
y su alma al tiempo.
Nunca y de pronto
...
acercaron a los suyos unos ojos,
y unas manos al pronto,
suave caricia en su pecho,
y un corazón sintiendo
una palabra de fuego eterno.
Ahora llegó ese dulce momento.
Importancia, solo el brillo en sus ojos,
cual estrellas que lucen seduciendo.
La vida entre sueños de color,
simplemente mi caricia, le prometo.
COPYRIGHT ISABEL G. JIMÉNEZ
jueves, 31 de octubre de 2013
SÓLO UNA CARICIA, LE PROMETO (Isabel G. Jimenez)
Etiquetas: Isabel G Jiménez
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