Tengo océanos de palabras abrazadas a mi pecho,
ríos de versos susurrando entre los pliegues de mi piel,
caricias dormidas bajo el murmullo de las vocales que
saltaban desde el borde de tus labios y se enredaban con
las consonantes que se escurrían de mis comisuras.
Cuidado con las palabras, pueden llegar a ser peligrosas,
se adhieren al corazón y pueden provocar exceso de
sentimientos, de esos que bombean ríos de tinta viva,
pueden, después de todo, transformarse en poesía.
Eva García
domingo, 11 de mayo de 2014
Tengo océanos (Eva García Madueño)
Etiquetas: Eva García Madueño
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