Hace unas horas que fichó diciembre, mientras noviembre pasaba por su lado camino del descanso y de la historia. Pronto el año será un recuerdo mas en la memoria de los calendarios y todo lo vivido, aprendizaje.
Treinta y un días no son nada cuando han quedado atrás tantos millones y tanta humanidad ha sido un paso en estos corredores. Estamos ahora, los de ahora, peleando por lo mismo que millones pelearon, en un empeño que se acaba siempre, lo sabemos. Pero nos da el impulso de seguir hasta acabarnos, esa ligazón a la esperanza, el fichero de ilusiones, deseos y querencias, la colisión con el amor. La certeza, implantada en nuestros genes, de que cada día es un punto de partida y nos reserva emocionantes diferencias.
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