Silencio,
por favor, silencio,
ya sé que a esa distancia no escuchas,
pero no te acerques,
no vería tus ojos brunos,
la dulzura de tus labios arqueados.
de tus senos vanguardistas,
de tus muslos aferrados.
Silencio,
te lo ruego, suplico silencio,
ni un paso des, no te alarmes,
es un reloj enamorado
marcando el trino de tu voz,
metrónomo a un compás azucarado.
Silencio, silencio,
si tu mano alcanza,
ponla en este pecho ocupado por amor
y deja que llegue a tu latido.
http://caminosdetinta.blogspot.com/
martes, 23 de marzo de 2010
A tu latido (Jesús Arroyo)
Etiquetas: Jesús Arroyo
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