Sin parar, en la mañana,
esta afrenta de luz o de calvario
donde el aire ramonea sílabas,
escancia las perlas de la noche,
teje con hilos de araña
el Carpe Diem del mediodía
y expande el aroma a landa
y el dulce despertar en la boca
de una copa de oscuro oporto.
Así, irreversible, detrás de la lluvia,
después de tus labios, de tu ansia,
deshecha la crucifixión de la penumbra,
ni el mar en su ardentía de invierno
guareció los albores frescos,
el deshacer de la nieve
entre las flores de los almendros
y el eco del tambor en los lejanos montes.
http://fernandosarria.blogspot.com/
lunes, 7 de marzo de 2011
Sin parar (Fernando Sarría)
Etiquetas: Fernando Sarría
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