Ayer, en noche constelada y fría,
te tuve entre mis brazos y recorrí
tus colinas vivas
con todo mi cuaderno de caricias.
Y en la claro-oscura alborada naciente,
retraté sobre los huesos de mi alma, el embriagante calor
de tus huellas,
que una y otra vez regresaban a incinerarse
en mi fuego, bajo la luz de la luna
y las estrellas....
Venturosa aventura de placer que raudo
me traslada por remotos misteriosos puertos
sedientos de deseos.
Y seré un ángel en tus vísceras, búscame
en tus adentros.
Esperaré en la penumbra de tu océano
a que emerjan estrellas de tus sombras
para amarte con más ganas cada noche
y tú seas mi diosa.
Pedro Jesús Cortés Zafra.
te tuve entre mis brazos y recorrí
tus colinas vivas
con todo mi cuaderno de caricias.
Y en la claro-oscura alborada naciente,
retraté sobre los huesos de mi alma, el embriagante calor
de tus huellas,
que una y otra vez regresaban a incinerarse
en mi fuego, bajo la luz de la luna
y las estrellas....
Venturosa aventura de placer que raudo
me traslada por remotos misteriosos puertos
sedientos de deseos.
Y seré un ángel en tus vísceras, búscame
en tus adentros.
Esperaré en la penumbra de tu océano
a que emerjan estrellas de tus sombras
para amarte con más ganas cada noche
y tú seas mi diosa.
Pedro Jesús Cortés Zafra.
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